viernes, 22 de febrero de 2008

Algunas consideraciones a tener en cuenta


. ¿Qué es un Ministerio de Música?

• El ministerio de la música es un llamado hecho por Dios a algunos, los cantores, para dedicarse a servirle en el culto día y noche.
• Requiere una consagración especial, apartar tiempo para el ministerio, y en algunos casos ser exento de otros servicios para ocuparse del Ministerio de la música.
• Así como los cantores se agrupaban por equipos, familias y genealogías, para transmitirse unos a otros la formación y el perfeccionamiento de su ministerio, así nosotros debemos reunirnos, trabajar en equipos y transmitirnos lo que hemos aprendido. Reunirnos a orar, a ensayar, y a tomar cursos, etc… es parte del Ministerio de la Música al cual estamos llamados. No solo lo es llegar a la asamblea y cantar.
• Es un mandato de Dios cantar y tocar con excelencia. (Sal 33) "Tocad la mejor música!".
• El ministerio de la música es eterno, todo el pueblo ha de cantar alabanzas a Dios eternamente. Lo que hacemos en la tierra es un "gran ensayo" para la alabanza del cielo.


El Ministerio de la Música juega un papel importante en manifestar la Gloria de Dios a los hombres. Cuando los cantores ejercen su ministerio, Dios obra con un poder tremendo.
• El ministerio de la música es imprescindible en todo acto de adoración y alabanza del pueblo. Esto es así, no por meritos propios, sino porque de ese modo se expresa una realidad celestial.
• Es un mandato divino, y una vocación.
• A diferencia de cualquier otro ministerio, el ministerio de la música es ETERNO.
Parafraseando a San Pablo, Se acabará la profecía, las lenguas, se acabarán los grupos pastorales se acabarán los consejos de coordinadores, se acabará la evangelización, los grupos fraternos, los retiros, pero eternamente existirá el Ministerio de la Música. En ese sentido es el ministerio que mas se parece al AMOR, porque permanece y esta en el corazón del culto a Dios.

El Carácter Espiritual de la Música
Sabemos por experiencia que la música tiene una naturaleza sobrenatural por los efectos que la misma música puede producir en las personas. La música habla directamente al corazón, y para bien o para mal, influye fuertemente en la condición espiritual de quienes la escuchan.
El propósito original de la música creada por Dios es uno: Ser un lenguaje de amor. En el lenguaje del amor, la música conduce y transmite admiración, ternura y comunión con la persona amada. Por eso la música está presente en las visiones del cielo, porque es el lenguaje del amor.
- Es un arma en las manos del Señor para derrumbar las murallas del corazón y conquistarlos con su amor. Es un arma en la batalla espiritual.
Por la naturaleza espiritual de la música que tocamos, debemos prepararnos espiritualmente para servir. Nunca iniciar una asamblea o un concierto sin antes haber orado juntos como ministerio de Música pidiendo al Señor que unja con su Espíritu nuestras voces y nuestros instrumentos, pidiendo al Señor que toque los corazones de todos los que escuchen nuestra música y pidiéndole que nosotros mismos seamos instrumentos en sus manos para realizar su plan de salvación y santificación en nuestros hermanos.
Debemos ORAR mientras cantamos, y de verdad VIVIR lo que cantamos.
Debemos ser SANTOS, para ser en manos de Dios un instrumento poderoso para lo que él quiera de nosotros por medio de la música. Amar profundamente a Dios y dejarnos usar por él con humildad.
1. Sabe Tocar BIEN
Esta es la primera virtud del salmista: Saber tocar y cantar BIEN. Para eso es necesario ensayar y estudiar. Recuerdo el ejemplo de alguien que cantaba mal pero lo hacía "con el corazón", y se sentía edificado cantando. Insistía en estar en el Ministerio de Música, pero el líder le dijo: Quizá tú seas edificado hermano(a) pero, ¡desedificas al Resto de la Comunidad! De modo que canta desde tu lugar.
Los ministerios de música son algo serio e importante. Debemos ensayar con esmero, tomar clases si es necesario, estudiar los cantos.
2. Es Fuerte y Valeroso:
David quizá aparentaba, a los ojos de los hombres ser el mas débil y pequeño de sus hermanos, por ser el menor, pero se sabia de él que era Fuerte y Valeroso. ¿En que radica la fortaleza y la valentía para el salmista?
Veamos a los músicos y cantantes seculares: Son de carácter débil, volubles, "prima donnas" caprichosos, bohemios, trasnochadores. Muchos tienen vicios. En cambio, nosotros, estamos llamados a ser ordenados, disciplinados, resistir la tentación de querer sobresalir y ser vistos. Debemos ser fuertes en la perseverancia a los ensayos, en llegar temprano, en cumplir con valor y responsabilidad nuestros compromisos.
3. Buen Guerrero:
Saber que estamos en guerra espiritual y ser buenos guerreros es una virtud muy importante del salmista. El enemigo sabe que la música en el culto a Dios es la clave de la vida espiritual de una comunidad y ataca a los líderes y a los músicos.
4. De agradable Presencia:
En realidad si podemos hacer mucho para que nuestro aspecto y presencia sea agradable. Vean a muchos músicos seculares, suelen ser sucios, informales, desgarbados, greñudos, etc… Expresan así una personalidad, una rebeldía que los hace atractivos para su público. Nosotros, estamos para dar Gloria a Dios y llevar a su pueblo a la alabanza, y mucha gente nos ve cuando cantamos y tocamos. Debemos estar presentables, que nuestra postura y actitud sean de oración, no de distracción o desinterés. Si la gente nos ve llegar tarde, o llegar a instalar todo a las carreras, causamos la impresión de que no valoramos lo que hacemos. Debemos ser de agradable presencia en nuestro vestir, puntualidad, postura, actitud, amabilidad. Los gestos faciales, mucha gente los ve. Si estamos tocando y alguien se equivoca, no hagas muecas de desagrado. Todo esto requiere dedicación, esfuerzo y sobre todo, mucho AMOR.
Nosotros estamos llamados a la misma intimidad con Dios, y que de esta intimidad broten nuestros cantos, como una fuente. Los cantos más hermosos que yo he compuesto en mi vida me han sido dados en oración, como cánticos inspirados. Nuestra oración personal diaria, nuestra vida de sacramentos y nuestra lectura bíblica son indispensables para cultivar nuestra relación con Dios, para ser verdaderos salmistas.
No podemos pretender llegar a la asamblea y entrar (y conducirles) a la adoración y alabanza si nosotros no estamos en intima relación de amor con Dios cotidianamente.
¿Qué son la alabanza y la adoración?
La alabanza es la expresión jubilosa y exultante de amor a Dios. Cuando alabas a Dios, sueles hacerlo de pie, en voz alta, incluso levantando las manos, saltando o danzando.

La alabanza es exterior, libre y celebrativa.
Normalmente interviene todo nuestro cuerpo. Por otro lado, la adoración es un susurro de amor, es más profunda e íntima, es la expresión del corazón amoroso que se ofrece a Dios por el profundo amor que le tiene. La adoración puede ser de rodillas, postrado, sentado, etc… con una disposición profunda y tierna de expresarle a Dios nuestro amor.

¿Por qué son necesarias Alabanza y Adoración?
Nuestra relación con Dios lleva un proceso natural de acercamiento, que pasa del cuerpo a la mente y luego de la mente al espíritu. Nos vamos como "adentrando" en Dios. (Como irse sumergiendo en un río cada vez mas hondo) Existe algo más profundo que la adoración, que es la contemplación silenciosa, en ella nuestro espíritu se une a Dios sin necesidad de elementos externos, en silencio, contemplando a Dios y dejándonos amar por él. (la contemplación es como tomar el sol en la playa, acostado: Simplemente te dejas quemar suavemente en el amor de Dios, no necesitas hacer nada externo para que el sol te queme, simplemente, ponerte bajo su luz)
Los músicos somos los "guías de turistas" en el caminar del pueblo hacia el interior del Templo de la Alabanza y la Adoración. Primero los invitamos a venir a los atrios, entre más lejos se oiga nuestro mensaje de venir al Templo a alabar es mejor.
Pero no podemos dejarlos en los Atrios de la alabanza. Debemos de conducirlos, con los cantos, a entrar al lugar Santo, y para ello usamos cantos que los animan a profundizar, a no quedarse solo en lo exterior. El paso de una fase a otra depende mucho del grupo al que estamos sirviendo, y ayuda estar muy de cerca con el líder de la Asamblea de oración o con el sacerdote que dirige el evento.
Luego, debemos llevarlos mas adentro y DEJARLOS ALLI. Cuando están con Dios en un momento íntimo de Adoración o Contemplación, NO DEBEMOS SACARLOS BRUSCAMENTE. A veces el grupo de música los lleva hasta lo más profundo y luego los quiere sacar a los atrios de inmediato. ¡¡Es un error!! Debemos respetar ese momento de intimidad espiritual.
Me recuerda la horrorosa costumbre de algunas parroquias: Pasas a comulgar, estás disfrutando un momento de amor con Jesús eucaristía cuando de pronto una voz destemplada grita por el micrófono: ¡"Avisos parroquiales: Los boletos de la Kermés se estarán vendiendo a la salida, y bla, bla, bla….!" ¡Me choca!
Nosotros en cambio, debemos ser guías muy respetuosos de este camino espiritual de la comunidad, escogiendo cuidadosamente los cantos para llevar a la asamblea al momento y "lugar" que debe estar viviendo. La alabanza y la adoración son un tesoro de nuestra expresión de amor a Dios y del amor que Dios nos tiene cuando nos habla al corazón.

La música forma parte integral de la VIDA del pueblo de Dios.
Cuando cantamos juntos como Iglesia, pueblo de Dios, ya no solo soy yo o tú quienes cantamos "individualmente", sino que cantamos como cuerpo místico de Cristo.
Debemos evitar usar ritmos, sonidos, melodías o instrumentos que sean distractores o bien que no transmiten la reverencia y el amor a Dios que queremos transmitir. Estos distractores a evitar pueden ser diferentes en cada cultura, grupo social, edad, o región geográfica, dependiendo de lo que es propio de ese ambiente. Debemos someternos a nuestros padres contemporáneos: los obispos y presbíteros, pues ellos son pastores y ven más allá de lo que percibimos nosotros.
Jamás la liturgia debe estar al servicio de la música, sino al revés. Se debe buscar la participación de la gente en los cantos que son propios para ser cantados por el pueblo. El coro debe en lo posible pasar desapercibido. No llamar la atención. Hay coros que cantan tan mal o tan soso que llaman la atención. Hay otros que usan muchos cantos hermosos y elaborados que son "incantables" para la gente, y no permiten la participación del pueblo en el canto, y también llaman demasiado la atención de la gente hacia el coro.

¿Qué es la liturgia?
La palabra liturgia significa la labor realizada por la comunidad: El trabajo del pueblo, la obra de todos. Así pues, la liturgia es todo aquel acto que realizamos en común para glorificar a Dios.

Fundamentos de Sonorización
En el ministerio de la música estamos llamados a confiar plenamente en la providencia y la gracia del Señor; nosotros tan sólo ponemos nuestros “cinco panes y dos peces”; sin embargo, también necesitamos ser realistas, reconocer y transmitir a los demás que para servir a Dios con excelencia requerimos de de ciertos elementos que nos ayuden a cumplir con esta misión. Tal es el caso del equipo de audio y sonorización.
A este respecto, debemos tener la disposición de adaptarnos al equipo de sonido que los organizadores de un evento o líderes de la asamblea nos proporcionen, pero la experiencia nos ha mostrado que el equipo de audio suele ser el “talón de Aquiles” de los eventos católicos, y que lamentablemente, muchos eventos salen mal por causa de una instalación demasiado apresurada, deficiente o pobre del equipo de audio. Por eso el equipo de audio debe ser instalado con suficiente anticipación, debe ser de la debida calidad y de preferencia debe ser operado por personas calificadas y con experiencia.
A manera de comparación, si nosotros nos presentásemos en un concierto con instrumentos musicales desafinados, viejos o rotos, no estaríamos honrando al Señor ni sirviendo adecuadamente a la Iglesia. Así mismo, no podemos permitirnos que el equipo de sonido sea deficiente.
Para que haya una comunicación efectiva, tanto en el servicio de la música como en general en la sonorización de un evento litúrgico o evangelístico, el sonido debe ser
1) claro, 2) de buen volumen y 3) agradable.
•Claro: La acústica de un lugar suele restarle claridad al mensaje. Los católicos tenemos el difícil reto de que la acústica de nuestros templos suele ser mala, con demasiada reverberación (eco).
•De Buen Volumen: El sonido en toda la sala no debe ser demasiado débil, pero tampoco demasiado fuerte.
•Agradable: Solemos enfrentarnos al problema de la mala calidad de los elementos del equipo de sonido, aunado a que ciertas frecuencias sonoras resuenan mas fuerte que otras. Todo esto hace que el sonido resultante no sea agradable. Debemos resolver este problema combinando equipo de calidad, buena ecualización y buen ingeniero de audio.

Extraído de
www.jesed.org

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